El volumen de contenido digital que creamos y consumimos crece cada día de manera exponencial.
En esta avalancha constante de datos, surge un reto crucial: saber distinguir qué es efímero
y qué es necesario conservar. Sin una estrategia clara y las herramientas adecuadas, la gestión de este
crecimiento se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. Si tu empresa no dispone de un sistema de
Digital Asset Management (DAM) para gestionar y clasificar sus contenidos digitales, probablemente te estés haciendo (o deberías hacerte) las siguientes preguntas:
¿Cuánto tiempo al día pierden tus equipos buscando archivos? (Imágenes, vídeos, documentos, etc.)
¿Con qué frecuencia se crean versiones duplicadas de un mismo recurso digital porque no se encuentra el original?
¿Es fácil encontrar la última versión de un logotipo, una plantilla, un vídeo o cualquier otro documento?
¿Puedes acceder rápidamente a todo el contenido que necesitas para una campaña o un proyecto?
¿Con qué rapidez puedes distribuir contenidos a tus socios, proveedores o clientes externos?
¿Tienes una trazabilidad clara del uso del contenido digital, especialmente el que tiene licencias o derechos de uso limitados?
¿Puedes realizar búsquedas eficientes basadas en la descripción, el contenido o los metadatos de tus activos digitales?
¿Tienes la certeza de que solo se está utilizando contenido aprobado y actualizado que refleje tu marca?
¿Con qué facilidad se distribuyen por error materiales de marca obsoletos o incorrectos?
¿Se utiliza el mismo logotipo, tipografía y paleta de colores de forma consistente en todos los canales y por todos los equipos?
¿Tus equipos de marketing y diseño tienen acceso inmediato a la «fuente de la verdad» de todos los activos de la marca?
¿Quién tiene acceso a qué contenidos digitales y por qué? ¿Existe un control claro?
¿Puedes controlar fácilmente el acceso a contenido sensible o confidencial?
¿Estás seguro de que tus activos digitales cumplen con las normativas de derechos de autor o licencias de uso vigentes?
¿Qué pasaría si un empleado clave se marchara? ¿Cómo se asegura el control y la accesibilidad del contenido digital que gestionaba?
¿Tienes un registro de auditoría que muestre quién ha accedido o modificado un activo digital y cuándo?
¿Cuánto cuesta en términos de productividad la gestión manual y desorganizada del contenido digital?
¿Estás pagando por almacenamiento de versiones duplicadas o archivos innecesarios que ocupan espacio sin aportar valor?
¿Se desperdician recursos recreando contenido que ya existe, pero que es inaccesible o desconocido para tus equipos?
¿La falta de organización de tus activos digitales está ralentizando los procesos de creación y distribución de contenido?
¿Se están perdiendo oportunidades de reutilización de contenido valioso, obligando a crear nuevo contenido innecesariamente?
¿Qué volumen de contenido digital nuevo generas semanal o mensualmente?
¿Cómo gestionas el aumento constante de imágenes, vídeos, diseños y otros archivos digitales?
¿Tu infraestructura actual puede escalar fácilmente para adaptarse al crecimiento futuro del contenido digital?
¿Tienes una estrategia clara para el archivo y la gestión a largo plazo de tu contenido digital a medida que su volumen aumenta?
¿Tienes criterios claros para determinar qué es «contenido efímero» y qué es «contenido de valor permanente» que debe conservarse?
¿Existe una colaboración eficiente en la creación y uso de contenido digital entre los diferentes equipos?
¿Hay confusión sobre cuál es la «versión verdadera» de un determinado recurso digital cuando varios equipos trabajan con él?
¿La falta de un sistema centralizado dificulta el aprendizaje y la incorporación de nuevos empleados en la gestión de contenido?
¿Los equipos se frustran con frecuencia por la gestión de archivos, afectando su rendimiento y moral?
En ebantic ayudamos a nuestros clientes a tomar decisiones estratégicas en tiempo real.